Acupuntura para la fertilidad

Cada día son más frecuentes las mujeres y hombres que presentan dificultades a la hora de concebir, dada la edad elevada a la que pretendemos ser padres, así como otros factores exógenos y endógenos (alimentación, estrés, vida laboral, contaminación…), cada vez son más los casos que se presentan en consultas de naturópatas y acupuntores buscando una solución natural o un apoyo a tratamientos de FIV. En los últimos años, he tratado en consulta muchos casos diferentes cuya infertilidad estaba mal diagnosticada o, sencillamente, era fruto del estrés, ansiedad, mala nutrición… en todos estos casos, las terapias alternativas pueden ayudar y mucho. Cuando una mujer, o una pareja acude a la consulta buscando ayuda para quedarse embarazada lo primero que hacemos es una historia clínica completa sin dejarnos ningún cabo suelto, pues en naturopatía, todo es relevante. Después de valorar cada caso, así como el tiempo del que disponemos, sobre todo cuando se trata de apoyar un tratamiento de FIV, elaboramos un plan completo de asesoramiento dietético y suplementación nutricional. Muchas veces, especialmente cuando la paciente ha tenido intentos frustrados y/o ha sufrido algún aborto, conviene realizar una limpieza completa del organismo previo a cualquier otro tratamiento. Esta limpieza se realizará a nivel celular, hepático-vesicular, renal y sanguínea, y será imprescindible para resetear el organismo y “empezar de cero”.

Una vez hayamos limpiado, debemos abonar el terreno con una correcta nutrición y suplementación asegurando que el organismo (tanto femenino como masculino) esté preparado para ofrecer los óvulos y espermatozoides de la mejor calidad. En este punto también ayudaremos con la acupuntura, reactivando todo el organismo y colaborando tanto en la fase de limpieza como en la de “abono” y “siembra”.

En cuanto al protocolo de la acupuntura, debemos tener en cuenta que existen múltiples ensayos que avalan la efectividad de ésta tanto por sí sola, como en apoyo a los tratamientos de FIV.

En el primer caso se recomienda la realización de tramos de diez sesiones durante al menos tres ciclos de la mujer. Aunque cada caso debe valorarse de manera individual, por ejemplo, en caso de desajustes en la menstruación o de Síndrome de ovarios poliquísticos.

En cambio, cuando se trata de apoyar un tratamiento de FIV, debemos ajustarnos a los tiempos que nos marque este. Será recomendable realizar al menos un ciclo de diez sesiones previo a la extracción de los ovocitos en el caso femenino y a la donación de esperma en el caso de los hombres. Una vez completado este, el tratamiento continuará durante el tiempo comprendido entre la extracción y la transferencia con el fin de reforzar la función del útero y preparar al organismo para evitar cualquier rechazo. Del mismo modo, recomendamos (basándonos en el método Paulus), realizar una sesión una hora antes y una hora después de la implantación embrionaria en el útero de la paciente, con el fin de asegurar el “agarre”. Por último, una vez se haya producido el positivo en la prueba de embarazo, podrán realizarse sesiones alternas para aminorar el estrés y evitar que se malogre el embarazo hasta la cuarta semana.

En cualquier caso, el tratamiento siempre será personalizado y ajustado a las necesidades de cada individuo, siguiendo el lema que caracteriza a esta medicina holística, “tratamos personas, no patologías”.

No dudes en pedir asesoramiento individual, estaré encantada de estudiar tu caso y asesorarte en todos los pasos.