¿En qué se basa la homeopatía?
Esta terapia concebida a finales del siglo XVIII por el médico sajón Samuel Hahnemann tiene como máxima dos principios básicos:
-El principio de dilución máxima que dice que cuanto más diluido esté un principio activo más se potencia su capacidad de curación, pero al mismo tiempo se hace inocuo en cuanto que, al no contener ninguna molécula completa del principio original no puede causar efecto secundario alguno, tal es así que la homeopatía es la más inofensiva de las terapias alternativas, y puede ser administrada desde bebés y mujeres embarazadas hasta ancianos.
-El principio de similitud “lo similar se cura con lo similar”, lo que significa que todo remedio homeopático tiene, en su “sintomatología” las características de lo que produciría en un organismo si fuese ingerido en su forma molecular completa. Por ejemplo: La Nux Vómica, nuez originaria de la India, ingerida en su forma completa resultaría altamente tóxica y venenosa, los síntomas que produciría en una persona que la ingiriese serían: nauseas, vómitos, irritación…en cambio en su dilución homeopática sirve para combatirlos.
En algunos países europeos la homeopatía no sólo está avalada por los sistemas sanitarios estatales sino que además forma parte de estos y está subvencionada al igual que la medicina alopática.
En España actualmente se dispensa en farmacias aunque existe una dicotomía al respecto, ya que por un lado se ha tratado de desprestigiar durante años, llegándose a hablar de “efecto placebo”, pero por otro los laboratorios farmacéuticos han perseguido hacerse con la exclusividad de su comercialización…
Lo cierto es que la homeopatía es una de las más populares terapias naturales y aunque no cuenta con la simpatía de todo el mundo muchos médicos occidentales tradicionales la están incorporando en sus consultas dado su éxito en un amplio abanico de dolencias.